La operación comenzó en octubre de 1997, cuando efectivos de la Unidad de Estupefacientes, en colaboración con la UDYCO (Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado), e iniciaron la vigilancia de un lujoso chalet de la localidad malagueña, ocupado por británicos.

La policía investigaa una red de contrabando de hachís que distribuía esta droga por varias localidades de la costa mediterránea, con contactos en Almuñécar (Granada) y Orihuela (Murcia).

Una de la noches de vigilancia, los agentes detectaron a unos "cacos" que intentaban robar en el chalet y a quienes los narcotraficantes tomaron por policías, por lo que intentaron huir por la parte trasera de la casa.

Entonces, la policía decidió actuar y consiguió detener a ladrones y narcotraficantes. En el chalet, los agentes rquisaron 250 kilos de hachis, dinero en dólares y pesetas, y varios vehículos de lujo.

Los delincuentes fueron puestos a disposición de la policía local, mientras que los narcos británicos quedaron bajo la custodia de la Unidad Central de Estupefacientes.