Según informó hoy el Ministerio de Interior, la investigación se abrió inmediatamente después de los hechos y "no prejuzga nada", sino que es una medida habitual para conocer los hechos.

Todo sucedió hacia las diez y cuarto de la noche, cuando cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía realizaban un servicio en torno a un vehículo sustraído que habría ayudado a efectuar varios robos.

Según el relato de Interior, los agentes detectaron a tres individuos que se dirigían al coche y procedían a su apertura con un mando a distancia. En ese momento, junto a los cuatro agentes del dispositivo se hallaban otros dos policías libres de servicio que ayudaron a sus compañeros en el momento de la intervención.

Cuandos los agentes les dieron el alto y exhibieron sus placas, el individuo que había abierto el vehículo empujo a uno de ellos y emprendió una veloz huida, siendo alcanzado y detenido por dos de los policías.

Mientras, cuatro agentes trataban de reducir a los otros dos sospechosos que ofrecían una fuerte resistencia. Durante el forcejeo, uno de los jóvenes se abalanzó sobre uno de los agentes, que se encontraba fuera de servicio y portaba en la mano el arma reglamentaria, "produciéndose en ese momento un disparo accidental que alcanzó mortalmente al sospechoso".

El fallecido tenía unos veinte años de edad y estaba indocumentado. Los dos detenidos son un ecuatoriano de 19 años y un español de 21, ambos con antecedentes por robo con violencia y otros delitos.