Ardanza manifestó hoy que le sorprende que susciten escándalo las declaraciones de Arzalluz sobre la negativa de los nacionalistas vascos a ser leales a la Constitución y añadió que el Gobierno central también incurre en otra forma de deslealtad al no permitir el desarrollo completo del Estatuto de Autonomía vasco.

"Que se nos exija lealtad a algo que nosotros no aproamos en su día y que además explicitamos por qué no lo aprobamos, me sorprende que a estas alturas levante tanto escándalo", recalcó Ardanza.

El presidente del Gobierno, Felipe González, aludió veladamente a las críticas de Arzalluz a la Carta Magan en su discurso de apertura del debate sobre el estado de las autonomías en el Senado. Subrayó que una sesión como ésta resulta fundamental para "reafirmar la lealtad constitucional" y emplazar a todas las fuerzas políticas "a que manifiesten abiertamente tdas las posiciones contrapuestas que pueda haber".

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, ha sido más duro con al presidente del PNV, a quien recordó que "sin esta Constitución, él no tendría la autonomía que tiene, que, por cierto, es la autonomía probablemente más generosa que disfruta cualquier otra región europea".

Asimismo, la Comisión Ejecutiva del PSOE vasco estimó que las declaraciones de Arzalluz ponen de manifiesto la "incapacidad" del PNV para sacar adelante este país, partido a que acusan de generar "confusión e incertidumbre".

Sin embargo, el también socialista Joaquín Leguina quitó hierro al asunto y aseguró que las palabras de Arzalluz no pueden significar otra cosa que lealtad a la democracia. "Cuando (Arzalluz) dice esto se refiere a alguna letra de la Constitución, pero no a la música. Cuando se habla de lealtad constitucional se habla de lealtad a la democracia y esa lealtad estoy seguro que Arzalluz la tiene".

"POLITICA FOLCLORE DEL PNV"

El Partido Popular atcó también frontalmente la posición adoptada por el PNV. El presidente del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, declaró a Servimedia que las manifestaciones de Arzalluz son un "viejo discurso, desleal con los vascos y que pone en entredicho además al Partido Socialista, al que apoya en determinados temas de Estado".

Asimismo, el portavoz del PP en Euskadi, Gregorio Ordóñez, inscribió las palabras de Arzalluz en la "política folclore del PNV". Afirmó que los del PNV "no son leales ni con la Constituión, ni con el Pacto de Ajuria Enea, ni con nada que no signifique servilismo a sus intereses partidistas".

Por su parte, el portavoz del PP en asuntos económicos, Cristóbal Montoro, calificó las declaraciones de "inquietantes" y aseguró que "el País Vasco no tendría los problemas económicos que tiene si no se hubiera echado en manos de una determinada concepción nacionalista".

Por parte de Izquierda Unida el miembro de la Presidencia Federal Diego López Garrido calificó las declaraciones de Arzaluz de "puro verbalismo, que atiza sentimientos que no se corresponden con la práctica". En cambio, el coordinador general de IU, Julio Anguita, destacó, durante el debate de las autonomías del Senado, que Arzalluz no es el único desleal con la Constitución, ya que el Gobierno puso en marcha la reforma laboral, "que atenta contra los principios de la Constitución".

Por otra parte, el portavoz de Herri Batasuna Jon Idígoras calificó el discurso de Arzalluz de "toda una muestra de cinismo e hipocresía plítica" y reclamó al PNV que demuestre que desea la paz y "deje de mentir".

Por último, el presidente de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran Lleida, calificó de "coherentes" las declaraciones del presidente del PNV y acusó al PSOE y al PP de ser desleales con la Constitución por no permitir que se aplique en su plenitud. En cualquier caso, añadió que no comparte los criterios de Arzalluz y que sólo coincide en su defensa por la autodeterminación.