García Rosado no descartó que en la destitución tabién influyese su negativa al derribo de una antigua fábrica del conocido empresario y financiero Juan Abelló, en Léon, y el rechazo de la ex directora general a la construcción de un hotel frente a una iglesia románica de Soria.

A su juicio, Zapatero colocó los intereses de su partido por encima de los de la región, mientras la cesada hacía lo contrario. El cese respondió, sobre todo, a la "valentía para enfrentarse a los que le imponían sus criterios".

Para el PSOE, Eloísa Wattenberg era "garanía de la conservación del patrimonio histórico de la región", lo que le condujo a enfrentamientos con algunos delegados territoriales de la Junta "que trataron de sustituir su buen hacer por políticas caciquiles y partidistas que castigaban a unos ayuntamientos y premiaban a otros".

Por último, la procuradora socialista expresó su temor de que el sustituto no se atreva a hacer informes negativos cuando se lo dicte su conciencia, sino que, "para mayor identificación con la Junta, escribirá al dictado.si no, al tiempo".