Aunque la mayor parte de los comunicados procede de Madrid y su Comunidad, tambié los hay de diferentes puntos del país. Algunos ciudadanos, llevados por su ánimo de colaborar en la liberación de la joven secuestrada, dan consejos a los investigadores para resolver el caso. Algunos videntes también han aportado datos.

El anonimato de todos los interlocutores está garantizado y se mantiene la recompensa de 30 millones de pesetas ofrecida por el Ministerio del Interior para quien facilite cualquier dato que conduzca a la identificación de los secuestradores o a su esclarecimiento. El teléfono gratuito puesto a disposición de los ciudadanos, consta de cinco contestadores automáticos para que los ciudadanos interesados en escuchar la voz de los secuestradores dejen sus mensajes.

Todas las llamadas de los secuestradores a la familia de Anabel se hicieron en días laborables, en horario de tarde noche, con preferencia de esta última banda horaria, lo que hace sospechar que trabajan por la mañana.

Asimismo, el hecho de que ninguno de los 15 comunicados se haya realizado en dí festivo, induce a pensar que los autores del secuestro de Anabel Segura se mueven en un ambiente familiar.