Justo cuando falta un mes para dichos comicios, Podemos organizó un acto en su sede de Madrid en el que acuñó el término de "escudo climático", trazando así un paralelismo con el "escudo social" de medidas para proteger a la población de los efectos de la epidemia de covid-19 y de la guerra de Ucrania.

Lo inició su secretaria general y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, intervinieron sus candidatos a las elecciones autonómicas de Murcia y las municipales de Madrid y Sevilla,, María Marín, Rodolfo Sotomayor y Susana Hornillo, respectivamente, y lo cerró su portavoz en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique.

Belarra desgranó las distintas medidas para afrontar lo que dio en llamar una "pandemia silenciosa", la de las olas de calor, frente a la que señaló que "los niños y las niñas, las personas mayores, las personas en situación de dependencia, las personas sin hogar y las personas que tienen alguna patología previa son las personas más vulnerables".

En concreto, propuso un plan de contingencia que haría que "las escuelas infantiles, los centros de salud, las residencias tengan obligatoriamente, por ley, que tener sistemas de refrigeración", ya sean ventiladores o sistemas de aire acondicionado; y que las comunidades autónomas y los ayuntamientos "tengan la obligación" de poner en marcha campañas del calor equivalentes a las del frío para las personas sin hogar.

PERSONAS SIN HOGAR Y TELEASISTENCIA

Así, a dichas personas se les proporcionarían gorras, protección solar, ropa especial y se les garantizaría que albergues frescos estuvieran abiertos durante el día, y la teleasistencia incorporaría un protocolo de seguimiento en las olas de calor para personas mayores y dependientes; un tema, este último, del que se responsabilizó personalmente como ministra.

"Necesitamos convertir las ciudades en lugares seguros frente al calor", proclamó, añadiendo que "tiene que estar prohibido talar árboles en medio de una emergencia climática, más en un país en riesgo de desertificación como es España".

En la misma línea, sugirió que todas las ciudades tengan "una red de refugios climáticos", como las bibliotecas o los centros cívicos, abiertos en las horas de calor, con temperatura adecuada y acceso a hidratación. En contraposición, denunció como "aporofobia" que Madrid, según ella, "haya quitado las fuentes para que las personas sin hogar no puedan acceder" a ellas.

Como conclusión, Belarra quiso alertar, presentándola como una "verdad incómoda" que quiere ignorar el "bipartidismo", de que "España está gastando un agua que no tiene", y llamó a aplicar "criterios de interés general" , que "pongan por delante el consumo de las personas y las explotaciones agrícolas y ganaderas que son de pequeños y de medianos productores, que producen aquí, que venden aquí y que pagan sus impuestos aquí, y no las explotaciones agrícolas hiperintensivas".

La líder de Podemos dijo no esperar nada del PP, a quien situó "a medio telediario de decir que la Comisión Europea es socialcomunista" por criticar la ley de regadíos del Gobierno andaluz, pero sí que espera "algo más" del PSOE. "Le pido que seamos valientes; que, si hay que mirarle de tú a tú a la agroindustria que está empobreciendo a nuestro campo, lo hagamos; que si hay que hacer moratorias de agua a esa agroindustria, que lo hagamos". Echenique se haría eco de dicha moratoria y afirmaría que una persona de clase trabajadora gasta "cien o mil veces menos agua" que un rico.