Arqueología

Las poblaciones desde el Neolítico al Bronce convivían con perros pequeños con rasgos del lobo

MADRID
SERVIMEDIA

Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid demuestra que los perros que convivían con los humanos desde el Neolítico eran de talla pequeña-media y que este tamaño perdura en el tiempo hasta la Edad del Bronce. Sin embargo, a pesar de tener dimensiones inferiores a las de sus antepasados los lobos, estos perros aún conservaban el diseño de la muela carnicera, rasgo distintivo de la forma silvestre y que no se observa ya en las actuales razas de perros.

El estudio, cuyas conclusiones han sido publicadas en la prestigiosa revista científica 'Journal of Archaeological Science: Reports', incluye restos de perros procedentes de los yacimientos del Portalón de Cueva Mayor de la Sierra de Atapuerca (Burgos) y de Barrio del Castillo (Madrid).

El trabajo ha sido liderado por las paleontólogas Raquel Blázquez -cuya tesis doctoral se centra en la evolución del género Canis en Europa y, en concreto, en el linaje de los lobos- y Nuria García, catedrática de paleontología y directora del grupo de investigación UCM Ecosistemas Cuaternarios. El equipo incluye investigadores de distintas facultades complutenses como la de Ciencias Geológicas, Geografía e Historia y Veterinaria).

En el estudio, además de una importante muestra de lobos y perros actuales, se analizan un total de nueve mandíbulas de perros del Neolítico (~ 6270-4490 años), Calcolítico (~ 4570 años) y de la Edad del Bronce (~ 3760-3330 años) de los citados yacimientos de Burgos y Madrid.

Para este estudio se ha aplicado una técnica denominada morfometría geométrica (3D) que permite visualizar diferencias entre las mandíbulas, localizando espacialmente la variación de la forma. Gracias a este método podemos describir la forma mandibular de los perros de Barrio del Castillo y El Portalón y compararlos con perros y lobos ibéricos actuales.

Los resultados de los investigadores de la UCM muestran una continuidad en el tamaño (pequeño-mediano), con una altura de la cruz de ~ 47 centímetros, lo que sería menor que el perdiguero de Burgos o el lebrel, cuya altura ~ 64 cm y de talla similar a la del perro de aguas español o un podenco mediano. Dicha talla discreta perdura en el tiempo a lo largo de ~ 1240 años. "Esta continuidad es esperable en las regiones interiores de la península, a diferencia de las zonas costeras dónde habría mayor diversidad de perros debido al comercio marítimo que intensificaría los intercambios de perros procedentes de regiones remotas a través del Mediterráneo", indicaron los promotores del estudio.

(SERVIMEDIA)
18 Sep 2024
AHP/gja