En una rueda de prensa en el Congreso, tanto IñakiAnasagasti (PNV) como Josep Sánchez Llibre (UDC) expresaron su satisfacción por haber conseguido todas sus pretensiones en esta Asamblea, pero criticaron que el PP marginara a ambos partidos en el debate.

Anasagasti recordó que el PNV y UDC, además de socios parlamentarios del Gobierno en España, son socios fundadores de la IDC desde 1947 y 1954, respectivamente, mientras que el PP sólo lleva cinco años.

Subrayó además la "contradicción" entre el discurso aparentemente centrista de José María Aznr en la clausura del Congreso y su talante. "No se puede ir por la vida hablando de centrismo desde la exclusión", advirtió.

El portavoz de UDC aseguró que el PP "se equivocó" con esta actitud, mientras que Anasagasti, más duro, recordó que los populares entraron en la IDC "con un cierto rodillo" que han transformado en "apisonadora".

Ante este "giro conservador", ambos han enviado una carta de protesta a Aznar y al resto de miembros de la IDC y anunciaron que serán "gente incómoda" al respaldar l "Grupo de Atenas", después de cenar el pasado jueves con varios de sus impulsores. "Se empieza por la mesa y se termina votando una moción", remachó Anasagasti.

"AGUA AL VINO"

Entre los motivos que han provocado este malestar, el portavoz peneuvista esgrimió el discurso "insólito" de Jaime Mayor Oreja, al hablar del espacio policial europeo ante partidos de todo el mundo que tratan de fortalecer su fraternidad, y el "acaparamiento" de cargos de Javier Rupérez.

Criticó que Rupérez, diputado poular y presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados y de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, haya sido elegido también presidente de la IDC, cuando "no ha hecho nada" en los tres años que ha estado de secretario general.

Además, acusó al PP de "echar agua al vino" al enmendar diversas propuestas de resolución, entre ellas la presentada por el ex primer ministro irlandés John Brutton sobre el proceso de paz en Euskadi, que fue aprobada sin uno de sus párrafos después e que el presidente del Comité de Resoluciones, el popular José María Robles Fraga, "metiera la guillotina".

Así, la resolución fue aprobada finalmente sin una mención que "molestaba", según Anasagasti, y que se refería a la necesidad de que ambas partes avancen "en un proceso de paz, a través del diálogo y el acuerdo, en el que el respeto a la democracia, la voluntad de los ciudadanos y la pluralidad de la sociedad vasca sean los ejes de la consecución de un marco de paz y estabilidad para el País Vaco".

Aunque admitió que el PNV no está "en el mejor momento" de sus relaciones con el PP y con el Gobierno, tanto Anasagasti como Sánchez Llibre dejaron claro que este malestar no influirá en su respaldo a la gobernabilidad.