Entre otros puntos, demandó eliminar las listas de espera, acabar con el copago, promover la figura del asistente personal, avanzar en estrategias de desinstitucionalización y facilitar nuevos recursos y financiación para las entidades que prestan estos apoyos.

Así se recoge en su sexto Plan Estratégico, aprobado recientemente y centrado en ampliar las ayudas para promover la vida en comunidad de miles de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo (autismo, parálisis cerebral y otros). Según La presidenta de Plena inclusión España, Carmen Laucirica, "nuestra sociedad vive una etapa de cambios sustanciales en los modelos de atención a los colectivos más vulnerables".

“Somos conscientes de que el modelo futuro de apoyos a las personas con discapacidad debe contemplar una realidad en la que priman las relaciones de interdependencia y donde cada día crece más el valor de la comunidad como pilar sobre el que construir nuevas redes de solidaridad ciudadana”, declaró.

En esta línea se enmarcan los 11 retos de futuro que señala el Plan Estratégico de Plena inclusión: garantizar organizaciones sostenibles, fomentar la necesaria personalización de los cuidados, extender el coliderazgo de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, trabajar por la igualdad de género en todos los ámbitos, defender los derechos de las familias y no olvidar a las personas con más necesidades de apoyo, entre otros.