En declaraciones a Servimedia, el presidente del colectivo, Francisco Caja, subraó que este tipo de declaraciones, "a las que la Iglesia catalana ya nos tiene acostumbrados", son "lamentables".

En esta línea, Caja criticó a Camprodon por utilizar su posición para hablar de temas en los que no tiene ninguna autoridad. "Es como si el director general de cultura se pone a opinar acerca del dogma de virginidad de la Virgen", exclamó.

Para Caja, el problema de "estos nacionalistas" es que en lugar de considerar una riqueza la posibilidad de hablar dos lenguas, el catalán y el castllano, son partidarios del monolingüismo. "El problema nace en su exclusión".

Por último, el presidente de la plataforma explicó que en su opinión es contradictorio que una autoridad religiosa conceda tanta importancia a una lengua, convirtiéndola "en una forma de idolatría, en un fetiche". A partir de ahora, "en Cataluña existe un undécimo mandamiento: hablar catalán", concluyó, irónicamente, Caja.