Junto a representantes de las diferentes organizaciones convocantes de la manifestación del pasado 12 de noviembre, reunidos en la puerta del Congreso, Carbonel denunció que con la LOE "nos jugamos la libertad de enseñanza, la libre elección de centro, la desvertebración del país y el nivel de la educación".

Por su parte, la presidenta de Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Isabel Bazo, se refirió a la "inseguridad jurídica" que plantea esta ley y denunció que "es una tumba abierta para la escuela pública".

El portavoz de la Federación de Enseñanza de USO, Adrián Martín Sánchez, criticó que la ley permita a los alumnos "hacer novillos", que deje "en el aire" la asignatura de Religión y que la educación concertada quede subordinada al "libre arbitrio" de las Administraciones Públicas.

Los representantes de estas organizaciones recalcaron que el presidente del Gobierno no ha cumplido su palabra, ya queno ha retrasado la tramitación de la ley, ni ha habido cambios sustanciales en la misma.

Además, Carbonel calificó las negociaciones dirigidas por el portavoz parlamentario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, de "operación de marketing", y afirmó que al PSOE "le interesa más adoctrinar que educar".

El portavoz de la Confederación de STES-intersindical, Augusto Serrano, reivindicó "mejores condiciones de trabajo en la enseñanza y que se refuerce la escuela pública".

"Es una farsa que hablen de calidad de la enseñanza quienes aprueban una ley que eleva la ratio (de alumnos por profesor) un 10% en las aulas", que tendrán hasta 33 alumnos, puntualizó.