El consejero de Industria, Andrés García Reche, se entrevistó con los presidentes de las tres patronales provinciles de la comunidad para recabar su participación en el proyecto, al que se espera se sumen los sindicatos mayoritarios, las cuatro universidades valencianas, las cámaras de comercio y los institutos tecnológicos.

Según fuentes del Instituto para la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA), entidad que coordinará la ejecución del Plan Tecnológico, la participación de las empresas valencianas en los programas de I+D que cuentan con apoyo del Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y dl Ministerio de Industria es inferior al 5 por ciento.

Sin embargo, el peso específico de la industria valenciana en el conjunto del Estado es del 10,7 por ciento, por lo que Cataluña, Madrid y el País Vasco acaparan la mayor parte de las ayudas.

De acuerdo con las mismas fuentes, el plan diseñado por el IMPIVA y la consejería de Industria permitirá ofrecer una participación más activa de las empresas de la comunidad en los programas de I+D.

El plan pretende potenciar la competitividad de laindustria valenciana de cara al Mercado Unico Europeo a través de 4 objetivos básicos: extender una cultura tecnológica, incrementar el número de empresas que se sumen al I+D, aumentar la participación de éstas en programas de innovación tecnológica nacionales y europeos y reforzar las relaciones entre universidad y empresa, aprovechando los recursos de los centros docentes.

El proyecto va dirigido fundamentalmente a las pequeñas empresas que no pueden disponer de departamentos de I+D al estilo de lasgrandes compañías.

Los empresarios que deseen acogerse al nuevo plan podrán recurrir a los departamentos de investigación de las universidades, que actuarán de forma conjunta con la red de institutos tecnológicos especializados en cada uno de los sectores que cuentan con mayor implantación en la comunidad autónoma.

Según el IMPIVA, el tejido industrial valenciano está formado en un 90 por ciento por empresas con menos de una decena de trabajadores, que difícilmente pueden renovar sus estructuras e producción y la tecnología aplicada sin recurrir a las ayudas públicas.