En declaraciones a Servimedia, Alberto Zapatero, director técnico de Anfel, la patronal de fabricantes de electrodométicos, subrayó que ese plan satisface el doble objetivo de ayudar al sector y generar un ahorro "importante" en la factura que paga el consumidor tanto en luz como en agua.

"Existe una importante diferencia en cuanto a consumo y eficiencia energética de un electrodoméstico de clase A respecto a uno de clase F o G. Mes a mes esto supondrá un ahorro", indicó Zapatero.

Por su parte, el director general de OCU, José María Múgica, destacó que la ayuda prometida supone el 10% del precio de los electrodomésticos para los que está destinada la subvención, si bien puntualizó que habrá que esperar a ver cómo se articula el pago de los 50 euros, a fin de no generar expectativas infundadas.

El vicepresidente de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), Fernando Móner, señaló que esa ayuda es buena para los consumidores y para el medio ambiente, pero también hizo hincapié en que hay que esperar a ver qué requisitos se exigen para recibirla.

A su vez, Sara Pizzinato, responsable de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, dijo que, al margen de que la subvención beneficie en primer lugar a los fabricantes, debe considerarse como positiva, y tendría que ir seguida de otras medidas de ahorro energético en el transporte público y la construcción de edificios bioclimáticos.

Greenpeace destaca que estudios de la Unión Europea apuntan a que "el 20% del gasto energético europeo se puede eliminar simplemente con medidas de ahorro".