La previsión inicial es que la Mesa del Congreso incluya esta iniciativa en la sesión plenaria del 8 de marzo, ya que las propuestas de las comunidades autónomas se debaten habitualmente el primer martes de cada mes, y el de febrero, que será el primero del próximo periodo ordinario de sesiones, ya está fijado.

El PP ha expresado su intención de bloquear esta iniciativa en la Mesa para que ni siquiera sea elevada al pleno, pero todo apunta a que este intento será infructuoso, ya que todos los demás partidos desean que el "plan Ibarretxe" sea debatido y votado por el pleno.

Ante la previsión, más que probable, de que el "plan Ibarretxe" llegue al pleno, el PP ha solicitado la reunión de la Diputación Permanente para no esperar a que comience el periodo ordinario de sesiones y convocar un pleno extraordinario.

La convocatoria de esa reunión de la Diputación Permanente es competencia exclusiva del presidente del Congreso de los Diputados, pero está obligado a hacerlo ya que lo han solicitado más de una quinta parte de los diputados.

Los socialistas han dejado claro hoy, por boca de su secretario de Organización, José Blanco, que desean que ese debate tenga lugar "cuanto antes" dentro de las previsiones reglamentarias.

Eso significa, según explicó el propio Blanco, que el PSOE defenderá que el "plan Ibarretxe" sea debatido en la primera de las ocasiones que permita el Reglamento del Congreso de los Diputados.

De esta forma, Blanco dejaba caer la posibilidad de que el PSOE no se oponga a esa convocatoria de una sesión extraordinaria y que el "plan Ibarretxe" sea votado, previsiblemente en contra, a finales de enero o comienzos de febrero.

De momento, la Mesa del Congreso se reunirá el próximo miércoles para decidir el procedimiento que debe seguir el "plan Ibarretxe".

Según el Reglamento del Congreso y una resolución que establece el procedimiento a seguir por las reformas estatutarias, esta iniciativa debería ser tramitada como ley orgánica, con un primer debate de toma en consideración.

La previsión es que en ese primer debate sea rechazada con los votos, al menos, del PSOE y del PP. Sólo en caso de superar ese primer trámite, el texto pasaría a la Comisión Constitucional.