Según Llamazares, "el éxito de las manifestaciones contra el Plan Hidrológico Nacional es el de una nueva cultura del agua, que sabe que es un bien escaso y que por tanto hay que gestionar democráticamente y de forma sostenible y, en este sentido, nosotros consideramos que la actitud del Gobierno no es de recibo".

"Esta actitud del Gobierno no puede seguir acentuando los aspectos más regresivos del PHN", continuó. "No sepuede aceptar que el Gobierno siga en contra de la opinión mayoritaria de la ciudadanía y que, mientras, el ministro de Medio Ambiente solamente responda a los intereses de las constructoras, de las compañías energéticas y de las compañías de gestión del suelo de forma especulativa".

Finalmente, Llamazares dijo que el ministro de Medio Ambiente "actúa como George Bush: negocia con una minoría de las empresas interesadas en la utilización y especulación del agua y del suelo, e ignora a la mayoría de lasociedad, que le dice que este camino es insostenible desde el punto de vista territorial y social".