La organización ecologista adelantó que se opondrá a un PHN que no sól no ponga freno al consumo, sino que fomente el derroche, la contaminación o la salinización del agua. Por el contrario, demanda una utilización racional de este recurso, mediante una política basada en la eficiencia, el ahorro y la protección de los ecosistemas fluviales.

Eva Hernández, portavoz de Greenpeace, denunció que muchas de las infraestructuras aprobadas en los planes de cuenca provocarán daños irreversibles en los ecosistemas.

En este sentido, Hernández dijo que el Gobierno ha utilzado una política "de hechos consumados" para construir embalses, como el de Itoiz, que han sido denunciados ante instancias judiciales por las organizaciones sociales.

Además, Greenpeace reclama que se apruebe el Plan Nacional de Regadíos antes que el PHN, ya que la agricultura acapara el 80 por ciento del agua que se cosume en España.

Asimismo, la organización destaca que la contaminación de las aguas no se aborda de forma adecuada en los planes de cuenca, pese a que el 35 por ciento de loscursos fluviales sufren problemas severos de degradación.