Además, si se compara el gasto de los países de la UE en política activas respecto al Producto Interior Bruto (PIB) de cada uno de ellos, España ocupa el decimotercer lugar (sobre 15), y sólo Austria, Luxemburgo y Grecia tienen menos inversión en este aspecto.

Por el contrario, según denunció UGT, España es el segundo país en el "ranking" de subvenciones a las empresas privadas para incentvar la contratación. A este concepto, España destina un 36% de su dotación para políticas activas de empleo, sólo superado por Italia (53,8%), pero muy lejos de sus perseguidores, que están por debajo del 26% en dinero para los empresarios.

Finalmente, la central sindical que lidera Cándido Méndez destaca que España tampoco tiene unas medidas de protección social muy altas ya que sólo destina a protección por desempleo el 1,64% del PIB, un 0,03% por encima de la media de la UE, pero muy lejos de Alemaia, Finlandia u Holanda.

Estas y otras son las razones por las que UGT, junto con CCOO, han rechazado por tercer año consecutivo el Plan de Empleo que hoy presentó en Bruselas el ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio.

Los sindicatos creen que el plan no recoge las necesidades del mercado laboral español y, sobre todo, no amplía la cobertura económica por desempleo cuando, según denuncian, existen más de 130.000 familias en las que no trabaja ningún miembro ni percibn ninguna prestación.