Pimentel annció que, de acuerdo con las propuestas de las autonomías, se crearán dos grupos de trabajo en relación con el Plan de Empleo: uno para valorar su ejecución, y otro para debatir, junto con los agentes sociales, medidas para frenar la temporalidad en el empleo.

Por su parte, las tres comunidades autónomas con gobiernos socialistas se mostraron "muy críticas" con el Plan de Empleo, y precisaron que lo apoyan por "responsabilidad política", lo mismo que apuntó el Gobierno vasco.

Los cuatro coincidieon en censurar la premura con la que el Gobierno central les ha instado a estudiar el nuevo plan (que les fue remitido hace sólo seis días), y echaron en falta que no haya sido consensuado con los sindicatos. El consejero de Trabajo vasco, Sabin Intxaurraga, lamentó que no se haga más hincapié en frenar la temporalidad.

35 HORAS

Todas las comunidades autónomas con gobiernos socialistas apoyaron de forma "muy crítica" el plan del Gobierno, y censuraron particularmente que no sugiera ninguna medida paa promover la aplicación de la jornada de 35 horas.

Castilla-La Mancha echó en falta un "proyecto más ambicioso", y acusó al Ejecutivo de hacer un plan "muy centralista", a pesar de que el propio Gobierno anuncia políticas descentralizadoras para dejar el empleo en manos de las comunidades autónomas.

Por parte de la Junta de Andalucía, el director general de Trabajo, Antonio Toro, dijo que el plan de empleo registra "avances insuficientes" en la jornada de 35 horas y para potenciar el empleo de l mujer.

El consejero de Trabajo extremeño, Vitorino Mayoral, señaló que el plan no busca nuevos yacimientos de empleo y exige que las autonomías se adapten al Gobierno central "mientras éste no se adapta a nuestras solicitudes".