El plan responde a los requisitos aprobados en la Cumbre de Luxemburgo sobre el empleo, que tuvo lugar el pasado mes de noviembre. Los objetivos son promover la creación de un primer puesto de trabajo en las pequeñas y medianas empresas (pymes) y fomentar la contratación a tiempo parcial estable.

El cumplimiento de este programa requeriá este año fondos por valor de casi un billón de pesetas, a lo que hay que sumar una línea de financiación de 300.000 millones de pesetas abierta por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para apoyar a las pymes.

Trabajo recuerda que en estas cantidades se incluyen los fondos destinados para políticas activas de empleo durante este ejercicio. Además, el Gobierno ha añadido 35.000 millones de pesetas para actuaciones de empleabilidad y 45.000 millones de pesetas para bonificaciones de cuotas a la Segurdad Social.

El plan, rechazado por los sindicatos, está articulado en torno a los cuatro principios básicos aprobados en Luxemburgo: mejorar la capacidad de inserción laboral, desarrollar el espíritu de empresa, fomentar la capacidad de adaptación de trabajadores y centros de trabajo y reforzar la política de igualdad de oportunidades para acceder a un empleo.

El Ministerio de Trabajo asegura que gracias a este programa todos los contratos contarán con protección social, con lo que, en su opinión se puede afirmar que "se han acabado los contratos basura".