En unas jornadas sobre economía organizadas por la Fundación FAES, Pizarro defendió la necesidad de un cambio como el impulsado por el PP en 1996, ya que en ese momento, según Pizarro, España "dejó de ser un país de pedigüeños para pasar a creer en sí misma y salir hacia delante".

Con respecto a la situación actual, afirmó que "nos encontramos con una crisis coyuntural que es verdad que viene de fuera" y señaló que "para pasarla es necesario saber por qué ocurre y mirarla de frente, y no fingir que no pasa nada".

Según Pizarro, tanto las Bolsas como el resto de indicadores dicen que hay una crisis y advirtió que "no estamos preparados para pasarla".

A continuación, explicó que "mis retos para la España que viene es no crear ningún problema y solucionar alguno de los que hay", ya que "el Gobierno ha de ser para todos y de todos y no de media España contra otra media, porque los países divididos no compiten".

Por ello, acusó a Zapatero de "abrir el problema territorial creando una ley española para Cataluña como un Estatuto de Autonomía".

Finalmente, criticó la política internacional del Gobierno afirmando que "ni estamos en el corazón de Europa ni de ningún sitio porque cuando se reunen los países más importantes no nos llaman porque decimos que no pasa nada" y concluyó que "empezamos a ser otra vez un país extravagante".