"De un crecimiento del 17% a finales de 2004, pasarán a registrar tasas de variación de un dígito" a finales de este año, dice el servicio de estudios, que asegura que esto supondrá que también deja de crecer con tanta fuerza la riqueza inmobiliaria de las familias.

Los expertos de la entidad financiera aseguran no obstante que se mantendrá el dinamismo del gasto de las familias españolas y su inversión en vivienda residencial, gracias sobre todo a los tipos de interés "históricamente bajos".

Además, la renta disponible de las familias mejorará este año lo mismo que el PIB (en el entorno del 3%), por la mejoras salariales y el mantenimiento en el incremento del empleo. También destaca la incorporación de inmigrantes al mercado laboral.

El servicio de estudios del BBVA recuerda que el incremento de la riqueza inmobiliaria se ha traducido en un aumento del endeudamiento neto de los hogares españoles, si bien la deuda se situó a finales de 2004 en el nivel promedio del conjunto del área del euro (42% del PIB respecto 46%) mientras en 1994 la comparación era del 16% frente al 31%.