"El 'piso de respiro'", explicó González, "ofrece la posibilidad de dar un respiro a aquellas familias que se sientan desbordadas por la situación y que precisan apoyo comunitario para mantener a la persona con marcadas lteraciones de conducta o trastornos asociados en su entorno familiar".

El servicio, que comenzó a funcionar en abril del año pasado, es promocionado y gestionado por Apdema y financiado por el Instituto Foral de Bienestar Social de la Diputación alavesa.

La atención se realiza durante los fines de semana de todo el año, comenzando a las 19,00 horas del viernes y finalizando el domingo a las 20,00 horas. Además, durante los meses de julio y agosto la estancia se ampliará a períodos de 10 días par que las familias puedan disfrutar de unos días de vacaciones.

Cada fin de semana, dentro de un sistema de turnos rotativos, son atendidos cuatro usuarios y queda una plaza para casos de emergencia.

"El sistema", dijo González, "pretende ser flexible, de tal forma que tengan cabida casos imprevisos o aquéllos que planteen alguna emergencia. No es pues un servicio permanente para algunas familias. Se trata de atender, alternativamente, el mayor número posible de situaciones de necesidad".

Lasactividades en el centro son preferentemente lúdicas y recreativas, las propias de un fin de semana. Se realizan salidas al campo, excursiones y visitas culturales.

"Este es un programa", explicó el responsable de Apdema, "fundamentalmente de ocio y tiempo libre, sin olvidar, por otro lado, dar continuidad a las indicaciones que establecen los respectivos programas individuales de los usuarios: hábitos de higiene, salud y conductas".

Cuatro "monitores de residencia" más una empleada de hogar formn el equipo de personal de apoyo. Estos, los monitores, trabajan de dos en dos en turnos de 8 horas y uno de ellos realiza la cobertura de la noche.

Para José Luis González, el balance es muy positivo, aunque para garantizar el éxito del programa ha sido necesario mantener una estrecha coordinación con los responsables de los programas educativos de los Centros de Educación Especial con el fin de asegurar la correcta selección de los usuarios y que los programas individuales tengan una línea de continidad en el servicio de respiro.

"A pesar de todo, con el tiempo la experiencia positiva y satisfactoria de unas diez personas, ha hecho que el servicio fuera utilizado por más familias", matizó González.

Respecto a la adaptación de los usuarios de este "piso de respiro", el responsable de Apdema señaló que "dentro de la casa, en un ambiente acogedor, las actividades van dirigidas a fomentar, sobre todo, la comunicación y participación a través del juego. Es por ello que no han existido dificultads de adaptación".

Por lo que se refiere a la financiacion del servicio, José Luis González reconoció que este es un programa difícil de organizar y caro, sobre todo si se compara con otros servicios residenciales: la relación coste/plaza es considerablemente más alta. El presupuesto anual para este año es de 12.700.000 pesetas.