Numerosas carrozas que imitaban imponentes barcos piratas desplegaronvelas en las calles del recinto de Carnaval, que este año está dedicado a los bucaneros.

Como en ediciones anteriores los disfraces preferidos entre los más jóvenes fueron los de osos, elefantes, tigres, médicos y enfermeras, aunque también se vieron miles de hombres vestidos de mujeres, fundamentalmente de gitanas.

El mayor número de personas se congregó en las plazas de España y Europa, donde orquestas canarias y sudamericanas amenizaron el baile a ritmo caribeño.

Como ya es tradicional, e desfile lo encabezó la murga "Ni-fu ni-fa", la más antigua del Carnaval tinerfeño. Tampoco faltó la reina de de estas fiestas, Shaila Martín, una bella joven de 17 años, que a pesar del voluminoso traje que lucía, diseñado por Juan Carlos Armas, no dejo de bailar durante todo el desfile.

El resto de murgas, comparsas y rondallas también desfilaron en el Carnaval, que fue escenario, a su vez, de dos manifestaciones de protesta: en una de ellas se pedía la condonación de la deuda externa de los países ás pobres y en la otra los profesres interinos de Secundaria reclamaban mejoras laborales.

Las murgas también lanzaron críticas y reproches contra el alcalde de la ciudad, Miguel Zerolo, por el excesivo numero de obras que se están realizando de forma simultánea en el centro de Santa Cruz de Tenerife.

La jornada más importante del Carnaval de Tenerife se celebrará el próximo martes, con un desfile "apoteósico" en el que la reina de las fiestas volverá a participar.