"En una conversación que tuve con él hace sólo unos días", relató Guerra a Onda Cero, "me manifestó que había sido recibido en la Asamblea Aragonesa con un gran vacío. Era un hombre con una sensación angustiosa de persecución y no era sólo una sensación: estaba sufiendo una persecución".

El ex vicepresidente del Gobierno añadió que "ha muerto un hombre sencillo que no había cometido crimen alguno" y culpó a los enemigos del senador, de dentro y fuera del partido, de aprovechar "un error para crucificarlo en la más bochornosa cruz".

Tras definir a Piquer como "joven, alegre, vitalista y todo corazón", insistió en que "fue conducido al Gólgota empujado por algunos políticos y algunos periodistas del partido conservador y de su propio partido. Le persiguieron le difamaron, le acusaron con saña, con furia vengadora. No pudo con los lobos ahítos de sangre. Sucumbió".

Guerra comentó que hace sólo cinco días el senador le narró el "infierno" que estaba atravesando y así lo recordaba hoy en la citada cadena de radio: "Me contaba, entre llantos: (...) 'Me han destrozado la vida. He perdido a mis hijos. ¿Por qué me persiguen así?'".

"Cuando la política se viste con los ropajes de la muerte", prosiguió el ex vicesecretario general del PSOE, "los humanos sólopueden sentir asco. Hoy siento un inmenso asco de esta profesión y una infinita piedad por los inocentes sometidos a la violencia de los desalmados de la política que empujan a un hombre sencillo, natural, hasta el muladar de los periódicos para que sea destrozado, troceada su conciencia moral" .

"Ahora", remachó, "los que le llevaron a la tumba aparecen para proclamar los valores de la víctima. ¿Por qué ha de hundirse a las almas nobles? ¿Por qué han de flotar siempre los más execrables? ¿No habrá foma de expulsar a los lobos de la política y el periodismo? ¿Hemos de aceptar como accidentales hechos tan repugnantes sin reaccionar?".