Piqué expresó su "confianza de que en muchas zonas de España existe ya un nivel de competencia muy elevado, en otras zonas se han puesto las basespara que rápidamente ese nivel de competencia se eleve y los consumidores van a salir beneficiados, algunos de ellos a cortísimo plazo, y todos ellos en el medio plazo".

En este sentido, se hizo eco, aunque sin mencionar el nombre de la marca, de la ofensiva comercial que ha desencadenado ya la petrolera Repsol, y que ha sido seundada de una u otra manera por el resto de firmas más importantes del sector.

Respeto al temor expresado por asociaciones de consumidores respecto a una posible subida deprecios aprovechando el mercado libre, Piqué dijo que "están expresando unos temores que no responden a la realidad y la propia realidad se encargará de demostrarlo".

El optimismo del ministro respecto al abaratamiento de los precios con motivo de la liberalización se ha visto respaldado por el anuncio de Repsol de aplicar descuentos de hasta 1,8 pesetas por litro en algunas modalidades de combustible.

La medida ha sido seguida miméticamente por BP para su red de estaciones de servicio, la tercer más importante del mercado español con una 700 gasolineras, mientras que Cepsa ha sido más cauta, y sin renunciar a las rebajas allí donde encuentre la competencia de Repsol en la misma zona, sus responsables se limitan a afirmar que la competitividad dura se diseñará gasolinera a gasolinera.