"Hace ya un tiempo que todos conocemos las dificultades que tiene la candidatura de Barcelona, a la que apoyamos y trabajamos muy intensamente para que salga", dijo el ministro de Asuntos Exteriores.

En este sentido, Piqué advirtió que la candidatura de la ciudad española era la que mejores garantís ofrecía, entre otras cosas, porque cumple la mayoría de requisitos que solicita la UE.

Según explicó, Barcelona encontrará sus rivales más importantes en las candidaturas de Leeds (Francia) y Roma (Italia), además de Helsinki (Finlandia) que no dispone de ninguna sede dentro de sus fronteras.

"Hay otras agencias europeas que tienen que decidir su sede y probablemente haya un proceso de negociación que pueda ser más global, estaremos atentos al respecto con la esperanza de que al final consigamo esa candidatura", añadió.

A su juicio, todas las autoridades catalanas y españolas siguen constantemente las evoluciones de la candidatura barcelonesa y "demuestran un enorme interés" en conseguir la sede.