Piqué, que acudió a la Comisión de Industria del ongreso para explicar las privatizaciones que tiene en marcha su ministerio, dijo, tras su comparecencia, que la introducción en la Ley de Acompañamiento a los Presupuestso del 98 de las reformas sobre la venta de carburantes responde a la exigencia del Consejo de Estado de que dichas medidas tengan rango de ley.

El responsable de Industria recalcó que cualquiera que sean las medidas que definitivamente se aprueben deberían ser consecuencia del diálogo con los sectores afectados, y agregó que existe pazo para hacerlo porque su entrada en vigor será el 1 de enero de 1998.

No obstante, Josep Piqué advirtió que el Gobierno no sólo intenta dar cumplimiento a sus compromisos con el sector del transporte por carretera, sino que también procura introducir medidas de liberalización en la venta de carburantes en España, de manera que aumente la competencia y se beneficie el consumidor mediante las rebajas de precios.

"En el sector de gasolineras en España", dijo, "a pesar de que ha aumentado mucho la ompetencia sigue teniendo muchos menos puntos de venta en términos comparativos con los países de la Unión Europea, y existen, por tanto, mayor capacidad para obtener margen en la venta de combustibles".

"Lo lógico", prosiguió, "es que el número de puntos de venta siga creciendo y con ello la competencia, hasta situarse en el promedio europeo, y a partir de ahí que se estabilice. Hoy siguen creciendo y eso significa que aún existe oportunidades de negocio".