Piqué compareció en rueda de prensa junto al presidente del PP, Mariano Rajoy, al término de una reunión del Comité Ejecutivo Nacional en la que ambos dirigentes analizaron los datos de la consulta en Cataluña.

A su juicio, los resultados "dejan mucho que desear desde el punto de vista político" y ponen de manifiesto que el estatuto catalán sólo ha servido para que el prestigio de la clase política haya "caído en picado" y para que la legislatura de Pasqual Maragall se haya quedado "a la mitad".

El líder de los populares catalanes resaltó el "fracaso" de quienes impulsaron el estatuto porque "la realidad ha venido a desmentir los argumentos que dieron en su día" para iniciar una reforma del marco jurídico que ha regido en Cataluña durante el último cuarto de siglo.

Piqué recordó que el Estatuto de Saus tuvo el apoyo de la "práctica totalidad" de los partidos catalanes mientras que el nuevo estatuto "sólo ha recibido el apoyo del 36 por ciento del electorado", lo que significa que dos de cada tres ciudadanos "o se han desentido del proyecto o han dado su rechazo".

Además, criticó que el "debate enfermizo" sobre el estatuto no ha permitido atender durante estos dos años las necesidades de los ciudadanos, a los que presentó como "los verdaderos perjudicados" de este proceso.

Piqué manifestó que los catalanes tienen más interés en las políticas de inmigración, sanidad y educación que en un "debate conquista" sobre el estatuto que ha estado "autoalimentado por la clase política" para establecer un nuevo reparto de competencias y de financiación de las instituciones.

Finalmente, se mostró "satisfecho" porque el electorado del PP se ha movilizado "como muy pocas veces" pese a que la campaña del referéndum ha resultado "dura" para el PP por los "obstáculos" e "incidentes" a los que ha tenido que enfrentarse, especialmente con los ataques sufridos por Rajoy y Acebes en varios mítines.