Piqué, que acudió a responder a la primera interpelación en la Cámara Baja -presentada por IU- desde su nombramiento como responsable de Industria y Energía, dijo que el Ejecutivo cree que existe un margen para mejorar la gestión de estas empresas", y apuntó que "los recursos del Gobierno deberían destinarse a productos rentables".

El responsable de Indutria dijo que IU "no está en este mundo", por decir que un compromiso de ayudas a estas empresas hasta el año 2000 no hace necesarias medidas de ajuste y reducción de sus gastos. Además, lanzó una crítica a la mentalidad que genera la política de subvenciones en las regiones donde están instaladas ls empresas que las reciben.

"Estas empresas", opinó, "tienen una dinámica social discutible, porque dan lugar a una mentalidad industrial positiva, pero no de competitividad y rentabilidad de los proyectos mpresariales", sobre la que no debería haber lugar a dudas.

En cualquier caso, Piqué quiso zanjar las incertidumbres surgidas a raíz de la política de privatizaciones anunciada, diciendo que quiere plasmarla con el "máximo consenso" y transparencia, incluyendo el control parlamentario.

También dejó claro el criterio del Gobierno de que la venta de empresas no viables no tiene objetivos meramente recaudatorios, pero reconoció el efecto positivo que ello puede tener en las arcas públicas. Precisó qe "privatizar no es sólo vender, sino pensar bien cómo se vende y por qué, sin olvidar los efectos económicos y sociales".

El diputado de IU-IC, Felipe Alcaráz, pidió al ministro que el proceso se haga desde el control del Parlamento y sometiendo a su consideración cada uno de los procesos de venta que se emprendan. Convergencia i Unió dijo que el Ejecutivo no debería tardar más de tres meses en tener ultimado un plan de privatizaciones.