LAS "PINTURAS NEGRAS" DE GOYA RECUPERAN SU ILUMINACION ORIGINAL EN UN NUEVO MONTAJE EN EL MUSEO DEL PRADO

MADRID
SERVIMEDIA

Las "pinturas megras" que realizó Francisco de Goya en su última etapa han sido colocadas de nuevo en lassalas 66 y 67 del Museo del Prado, después de acondicionarlas especialmente, con una iluminación más acorde con su emplazamiento original.

Las paredes se han pintado en un tono gris, elegido por su carácter neutro y absorbente de la luz, para dar todo el protagonismo a los cuadros, que han sido despojados de los paspartús blancos con que se exhibían últimamente y que recibieron numerosas críticas.

Las dos salas se encuentran en una semipenumbra que realza el contenido de las obras que decoraban e salón y el comedor de la "Quinta del Sordo", donde Goya vivió entre 1819 y 1923, tratando de imitar el ambiente que conformaban entonces en una casa con poca luz.

Los lienzos, enmarcados todos por igual en negro, han sido dispuestos tratando de imitar el orden en el que estaban en la casa del pintor, siguiendo la descripción que hiciera Charles Yriarte después de visitar la residencia en 1867.

Las pinturas, originalmente estaban plasmadas directamente en las paredes de las dos habitaciones y en874 fueron trasladadas a lienzo por Salvador Martínez Cubells, entonces conservador jefe del Prado, por encargo del barón d'Erlanger para trasladarlos a su residencia de París. En 1881 los donaría al Estado español.

El responsable de la instalación es el arquitecto Juan Ariño, que realizó buena parte de los montajes de las exposiciones de la primera etapa del Centro de Arte Reina Sofía, y de la muestra "Picasso y la Edad de Hierro" que exhibió el Museo Guggenheim de Nueva York el año pasado y que se cnvirtió en el acontecimiento artístico del año en aquella ciudad.

"Los trabajos han durado aproximadamente un mes, en el que hemos revisado por completo la disposición de los cuadros, creando un ambiente coherente con la idea que tenía Goya cuando las realizó y dejando suficiente espacio entre ellos, para que los visitantes puedan verlas con holgura, ya que estas salas son uno de los platos fuertes del museo y se llenan de gente", explicó Ariño.

"El Aquelarre" y "La romería de San Isidro", que so las dos obras de mayor tamaño, están colocadas una frente a otra en la sala grande, acompañadas por "Duelo a garrotazos", "Perro semihundido", "La Leocadia", "Dos frailes o dos viejos", "Saturno", "Judith y Holofernes", "Un perro semihundido", "Dos viejas comiendo", "Atropos, Las Parcas o El Destino", "La Lectura", "Dos mujeres y un hombre", "El Santo Oficio" y "Asmidea".

(SERVIMEDIA)
18 Mayo 1994
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