El secretario general de Nueva Izquierda (NI), Diego López Garrido, manifestó en rueda de prensa el respaldo de estas formaciones a la actuación de los jueces Baltasar Garzón y Manuel García Castellón, y subrayó que "no puede existir un rincón seguro para los genocidas".

López Garrido acusó a Pinochet de ser "el mayor asesino contra la humanidad", y destacó que su detención en el Reino Unido es "el primer paso para la creación de una jurisdicción universal".

El presidente de niciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, pidió que no se produzca dilación en la actuación de la Justicia, porque se trata de un caso que, "como mínimo, tiene cadáveres españoles por la acción directa del dictador".

Por su parte, el coordinador de Esquerda Galega (EG), Anxo Guerreiro, denunció que el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, ha presionado "seriamente" a Aznar para que no colabore con la Justicia, por lo que esta formación ha demandado la comparecencia del presidente gallego e la Cámara autonómica.

Finalmente, el secretario de Acción Institucional de UGT, Pedro Díaz Chavero, reclamó que el Tribunal Internacional de la ONU asuma las competencias necesarias para que "nunca más los genocidas y los asesinos declarados queden impunes".