En la entrevista, realizada en su lujosa villa del oeste de Londres, donde es custodiado día y noche por la policía inglesa, el ex dictador chileno defiende su inocencia y se reafirma en su total desconocimiento de que se estuvieran cometiendo actos ilegales.

"Soy un prisionero político, el único que hay en Inglaterra", se lamenta Pinochet. "He sido víctima de un secuestro cuando estaba en la cama de un hospital y aún bajo los efectos de la anestesia, como s fuera un vulgar bandido".

El general no oculta su rencor hacia el Reino Unido, que no le advirtió de las intenciones de España de pedir la extradición, ni le dio tiempo para huir. "¿Por qué Dios me ha impuesto esta prueba? Debe de haber una razón, ya que El no se equivoca nunca", afirma.