"Leer en los periódicos ingleses que los del sur siempre son iguales, a mí, personalmente, me duele", dijo Rubalcaba en rueda de prensa, al tiempo que envió un serio reproche a Aznar: "a él, que está tan preocupado por la marca 'España', le tengo que decir que ha hecho un flaco favor al nombre de España en todo el mundo, porque se trata de un tema mundial".

"Lo que no hicieron los ingleses, ni los suizos, ni los belgas ni los franceses, en España lo han hecho en diez minutos. Rcibieron el documento y lo mandaron por fax a dos periódicos que, por cierto, hicieron muy bien en publicarlo. Es su trabajo", agregó.

Pérez Rubalcaba basó toda su comparecencia en la convicción de que la filtración salió de Exteriores y de que el ministro y el propio presidente la tuvieron que autorizar porque ningún cargo se atreve a filtrar un documento "de tanta trascendencia" sin permiso, porque es un delito.

"Nadie se juega la cabeza con tanta facilidad". "Esta es una filtración que se ha hcho por fax y, además, impulsada por el Gobierno", remachó.

Junto a esta seria diatriba, el dirigente socialista se permitió echar mano de la ironía para responder a las explicaciones del Ejecutivo. "He escuchado al presidente del Gobierno hablar del periodismo de investigación y pensaba que será del motorista de investigación. Pero luego pensaba que ha ido tan rápido que ni motorista de investigación, ha sido fax de investigación".

"No les ha dado tiempo de enviar al motorista, tal y como está Mdrid. Ya Manzano se encarga de que los motoristas no lleguen nunca a ningún sitio. No es posible tanta rapidez. ¿Correo electrónico? Conociendo Exteriores, no creo que estén tan modernizados. Pero, desde luego, el fax ha funcionado", prosiguió.

Rubalcaba consideró que el presidente del Gobierno "no debería pensar que los españoles somos tontos, porque no lo somos", y no es necesario "ser Hércules Poirot" para deducir que el informe lo filtró "quien lo tenía", o sea, el Ministerio de Exteriores. "Blanc y en botella, leche", ironizó.