Gritos como "Pinochet, asesino" o "Ni olvido ni perdón, Pinochet a prisión" fueron coreados por los manifestantes que este mediodía se reunieron en la Puerta del Sol convocados por organizaciones políticas y sindicales y ONGs defensoras de los derechos humanos.

Entre los convocantes figuraban UGT, CCOO, FSM, IU, Asociación Pro Derechos Humanos y Comisión de Apoyo Pro-Juicio a Pinochet. Junto a sidicalistas, algunos políticos que participaron en el acto fueron Julio Anguita, Jaime Lissavetzky y Carlos Carnero.

Destacó la presencia entre los asistente a la concentración de las Madres de la Plaza de Mayo, con su presidenta, Hebe de Bonafini, al frente. Bonafini calificó de "miserable" la actitud del Ejecutivo español, ya que, a su juicio, "apoyar a un asesino como Pinochet es lo más miserable que se puede hacer".

Añadió que el dictador chileno debe ser extraditado inmediatamente a nuestro pís, con el fin de "responder en el juicio de todo el dolor y la sangre que ha derramado durante tantos años"

Por su parte, Aldo González, miembro de la Comisión de Apoyo a los Juicios de Pinochet en España, explicó que el dictador chileno debe ser juzgado "según el derecho internacional", en Inglaterra o en España, "pero devolverlo a Chile me parece que es, una vez más, escaquearse y seguir protegiendolo".

No obstante, precisó que si el presidente chileno, Eduardo Frei, da "absolutas garantías" d que Pinochet vuelve a Chile para ser juzgado, "¡alabado sea Dios! y espero que los políticos chilenos tengan la fuerza y la enterezaa de poner en funcionamiento la justicia chilena".