El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, manifestó hoy en Finlandia que el Gobierno no tiene motios para aceptar la propuesta del Ejecutivo chileno de resolver el proceso contra Augusto Pinochet mediante un arbitraje internacional.

"El Gobierno reconoce así la independencia de la justicia, y que la única solución que tiene la denuncia y el proceso judicial contra Pinochet es la actuación de los jueces, no hay posibilidad ninguna de un acuerdo político entre dos países. No hay fundamentos legales que permitan esa solución", dijo Marset a Servimedia.

En su opinión, el Gobierno "está sometido apresiones muy importantes de Chile, tanto de sectores de los empresarios que tienen inversiones, como de y otras organizaciones, pero también es consciente de que si accediesen a una solución mediadora sería el hundimiento del PP en España, por la sensibilidad que existe hacia la violencia que supuso el golpe militar contra Allende".

Marset agregó que espera "ver dentro de poco a Pinochet juzgado en Madrid, como se merece igual que tantos y tantos en el panorama internacional", y subrayó que "no son certas las advertencias de que en Chile pude haber peligro e inseguridad para la izquierda, porque es una sociedad bastante sólida democráticamente. No hay que hacer oídos a ese tipo de chantajes".