"Este organismo aún no se ha puesto en funcionamiento y además nunca podría conocer los temas de Pinochet, porque fueron anteriores a su constitución y no iene carácter retroactivo", indicó el dirigente de Nueva Izquierda, que es también catedrático de Derecho Constitucional.

López Garrido señaló que, con sus declaraciones, Felipe González le ha hecho sentirse "desagradablemente sorprendido", y añadió que el ex presidente del Ejecutivo realiza dos tipos de consideraciones respecto a la celebración del juicio al dictador chileno: "Una jurídica, pidiendo que Pinochet sea juzgado por el Tribunal Penal Internacional, y otra política, ambas a mi juicio errónas".

Desde el punto de vista político, López Garrido subrayó que Felipe González justifica su postura hablando de determinados condicionamientos en la transición política española. "No sé muy bien a cuáles se refiere, pero a eso hay que contestarle que el derecho y la Ley están por encima de las razones de Estado y de la oportunidad política", precisó.

En esta línea, apuntó que las razones políticas que expone González "no caben en la aplicación de un derecho internacional como el que hay contra os crímenes contra la humanidad desde la segunda Guerra Mundial y que debe aplicarse".

Agregó que los jueces en España, conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, "tienen la obligación de perseguir estos delitos, porque no se trata de una cuestión de potestad, sino de obligación", concluyó.