Leguina, que era funcionario de la ONU en Chile cuando se produjo el golpe de Estadode Pinochet, hizo estas declaraciones a raíz de la decisión del Tribunal Superior de Inglaterra y Gales, que dio el martes a Bélgica y a seis grupos pro derechos humanos el permiso formal para solicitar la revisión judicial del proceso.

Consideró "nada sorprendente" esa decisión, de la que dijo que "ha debido sorprender únicamente al ministro de Asuntos Exteriores de España, al presidente del Gobierno y a los asesores, que realmente no se ganan bien el sueldo, a lo que se ve".

Para describir la atuación del Gobierno en este caso, el dirigente socialista aludió a unas palabras que atribuyó a Churchill: "Se puede engañar a todos algún tiempo, a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo, que es lo que ha pretendido hacer Aznar con este desagradabilísimo asunto".

En opinión de Leguina, lo que ha pasado al final es que, "con acuerdo o sin acuerdo con la Gran Bretaña y con el Gobierno chileno, el Gobierno de Aznar, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, se ha ngado a tramitar los recursos presentados por la Audiencia Nacional (el juez Garzón) diciendo que no querían hacer el ridículo. Y, en efecto, han hecho el más absoluto de los ridículos".

"El Gobierno de España", dijo Leguina, "ha quedado fatal desde el punto de vista de la diplomacia y sobre todo ha quedado fatal con quien había prometido quedar bien, que era con la judicatura española, y, lo que es mucho más importante y relevante que todo esto, con las víctimas".

"RIDICULA, IRRESPONSABLE Y MENDAZ" En este sentido, manifestó que la actitud "absolutamente ridícula del ministro de Asuntos Exteriores, irresponsable y mendaz del Gobierno de España, a quien ha perjudicado, desde luego, es al propio buen nombre del país y a las víctimas, que creyeron seguramente en las palabras iniciales de que el Gobierno iba a tramitar todos los asuntos judiciales, cosa que no ha cumplido".

Leguina recordó, en alusión al 12 de marzo, que "Matutes dice que se va, pero Aznar dice que se queda", por lo que pidió qu "se tome nota de la actitud, en esto y en otras muchas cosas, de un Gobierno que pretende engañar a todos todo el tiempo, cosa que resulta imposible".

El dirigente socialista se mostró partidario de que el Gobierno "traslade a Londres los argumentos que tiene a su disposisión porque se los ha entregado la Audiencia Nacional" y se persone en el juicio, "porque el Reino de España es el centro del proceso".

"Lo que es verdaderamente chocante y demencial es que el ministro de Exteriores dijese hace uy pocos días que el Gobierno no presentaba los recursos que le había trasladado el juez (Garzón) 'porque haríamos el ridículo' y lo presentan otros (Bélgica y seis ONGs) y no sólo no hacen el ridículo, es que inmediatamente la judicatura británica les da la razón. Aquí el único que ha hecho el ridículo es el Gobierno de España".