Siempe según la versión del Ejecutivo, el documento no pasó por el Ministerio de Asuntos Exteriores, como es preceptivo. Por eso, cuando el pasado martes dos diplomáticos españoles visitaron en Londres al fiscal Brian Gibbins, y éste les pidió que el Reino de España se definiera, no supieron qué decir.

A partir de ahí se produce lo que el ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué, ha denominado hoy un "juego de malentendidos": Gibbins remite a Garzón un fax ese mismo martes en el que califica de "inaceptble" la postura española y el juez Juan del Olmo -sustituto de Garzón, de viaje en Paraguay- le responde el miercoles, de forma urgente, ratificando la orden de recurso.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Josep Piqué ha reiterado varias veces hoy que un juez no puede actuar por libre en sus relaciones con la justicia extranjera.

El portavoz ha lamentado que esa polémica, hoy ya aguada tras la autorización de extradición, haya "desviado" el foco de lo que ha sido la posición el Gobierno español "desde el primer día y ratificada innumerables veces": respeto a las decisiones judiciales.

Por eso cree "fuera de lugar" las interpretaciones sobre posturas divergentes entre los jueces y el Gobierno en el asunto Pinochet.

El ministro ha dicho que le resulta "un poco difícil" interpretar qué quiso decir el fiscal Gibbins cuando habló de postura "inaceptable" de España. Lo que hay que pedir, insistió, es que las cuestiones de procedimiento "se tramiten de la manera más adecuad posible y no hay que sacar mayores conclusiones".

"TEMA RESUELTO"

Piqué ha defendido la gestión de los dos diplomáticos españoles, el subdirector del gabinete técnico de la Subsecretaría de Exteriores, Miguel Aguirre de Cárcer, y Carmen Peña, de la Embajada en Londres, que se entrevistaron con el fiscal de la Corona.

Si Garzón hubiese tramitado la petición de recurso através del Ministerio de Exteriores, añadió, "seguramente todo este debate nos lo habríamos ahorrado". "Tema resuelto, la sentecia (del juez Bartle) es la que es y el Gobierno seguirá actuando como ha venido actuando".

Respecto a la decisión del magistrado Bartle de conceder la extradición a España, Piqué no ha querido opinar por ser un tema sub iudice. Sí ha dicho que el Gobierno va a ver "cómo evoluciona" el proceso.

Preguntado si este nuevo episodio afectará a las inversiones españolas en Chile, ha respondido como en anteriores ocasiones: "espero sinceramente que no" porque "ligar una cosa con otra no tiene sentido". En cuanto a las opiniones de Margaret Thatcher, ha dicho que "son absolutamente extremosas, fuera del sentido de la realidad y es lamentable que vengan de una persona que ha sido primer ministro de su país".

Piqué atribuye lo dicho por Thatcher al ambiente del momento (lo hizo en un homenaje al ex dictador chileno) y a un "sentimiento de agradecimiento personal" por el papel de Chile a favor de Gran Bretaña en la guerra de Las Malvinas, que éste país sostuvo con Argentina en 1982.