Piqué explicó que la voluntad del Gobirno es acentuar el carácter judicial de este asunto y huir de su politización, tras lo cual expresó el total "apoyo y solidaridad con la democracia chilena, su proceso de consolidación y el esfuerzo de la sociedad chilena para salir de una dictadura, que como todas, es claramente condenable".

El portavoz del Gobierno dijo que esta postura ha sido transmitida por el Ejecutivo español al Gobierno chileno y a todas las instituciones de ese país andino.

Reconoció que la persecución judicial de Pinocht está teniendo repercusiones sobre la opinión pública chilena y recalcó el interés de los gobiernos británicos y español de que esa circunstancia no supongan un deterioro de las relaciones políticas de los tres gobiernos.

"Como existe la voluntad clara de que eso no sea así, no sucederá. Hay que tratar este tema con respeto, con delicadeza y con la sensibilidad necesaria hacia el proceso de transición en Chile, que ha sido muy complicado, de la misma manera que nsosotros pedimos en su momento la sensbilidad necesaria para nuestro propio proceso de transición", dijo.

Para el portavoz del Gobierno, que se negó a valorar la decisión de la Audiencia Nacional por "respeto", "tenemos que ser capaces de encontrar soluciones que no sean perjudiciales".

Asimismo, aseguró que el Gobierno respeta las decisiones judiciales, no las comenta y "va a atenderlas escrupulosamente cuando tenga que hacer algo", lo que ocurrirá cuando el juez Baltasar Garzón solicite la extradición del ex dictador.

El próxio lunes el presidente del Gobierno, José María Aznar, se entrevistará con el primer ministro británico, Tony Blair. Según el portavoz del Gobierno, el asunto Pinochet no está en la agenda del encuentro, aunque no es descartable que ambos puedan abordar un asunto que está afectando a las relaciones exteriores de Gran Bretaña y España.

Según dijo, "lo que ha decidido la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional es rechazar los recursosde los fiscales, ahora el juez instructor debe seguir con el procedmiento y en su caso solicitar la extradición. Ese es el momento en que el Gobierno debe entrar en juego y eso es independiente de las resoluciones que a su vez tomen los jueces británicos. Son decisiones que se pueden solapar en el tiempoy que pueden ser o no contradictorias, pero no tienen nada que ver".

Por su parte, la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, aseguró que "como jurista" tiene su opinión sobre la decisión de la Audiencia Nacional pero se la reservó "como ministra" para mntener el respeto que merecen las instancias judiciales cuando actúan.