PINOCHET. AZNAR RECUERDA AL PSOE QUE GONZALEZ RECHAZA LA EXTRADICION EN CONTRA DE LA POSICION OFICIAL DEL PARTIDO

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, José María Aznar, dudó hoy que el PSOE pueda defender una posición unitaria respecto al caso Pinochet en virtud de las declaraciones contrarias a la extradición del ex dictador chileno hechas por el ex presidente socialista, Felipe González, que conravienen la postura oficial de la dirección del PSOE, que viene defendiendo su entrega a la justicia española.

Aznar respondía así a una pregunta del portavoz parlamentario del PSOE, Luis Martínez Noval, quien exigió al presidente que aclare si la idea de someter el conflicto entre Chile y España a un arbitraje internacional partió de él mismo, como denuncia el Gobierno chileno.

El presidente insistió en que el único interés del Gobierno es acatar y respetar las decisiones de la autoridad judicia y trabajar por preservar las buenas relaciones entre los dos países.

Martínez Noval explicó que los españoles viven un dilema moral porque desean la estabilidad democrática de Chile y repudian la impunidad de Pinochet, algo que, en su opinión, no preocupa demasiado al Gobierno de Aznar.

El portavoz socialista argumentó que el Gobierno "algo ha debido hacer muy mal" porque tras "atrincherarse en la razón judicial, la misma que esgrimió el Gobierno del Reino Unido, ellos no tienen ningún problema on el Gobierno de Chile y usted acabó echando a rodar la idea del arbitraje", acusación que avaló afirmando que el presidente pidió a Rodolfo Martín Villa que actuara como mediador en la propuesta.

Los socialistas concluyen que esta errática posición del Ejecutivo español ha acabado produciendo el "envenenamiento de las relaciones" con Chile.

Aznar rechazó todas las acusaciones y tan sólo se refirió al espinoso asunto del arbitraje para decir que "cuando un Gobierno recibe una petición de arbitrae de un gobierno amigo, esa posibilidad se estudia y se contesta y eso es lo que ha hecho estrictamente el Gobierno de España".

Se mostró convencido además de que "el encausamiento de un jefe de Estado no puede producir deterioro de relaciones entre países salvo que alguien diga que ese deterioro se produce por estar unos u otros en el Gobierno, con independencia del juicio que merezca la actuación de ese jefe de Estado".

Para Aznar sólo hay dos postura posibles en este asunto, trabajar porque elasunto afecte lo menos posible a las relaciones entre España y Chile, "que es lo que hace este Gobierno o empeñarse en encizañar para que afecte lo más posible a esas relaciones" que, a su juicio, es lo que hace el PSOE para tratar del perjudicar al Ejecutivo.

(SERVIMEDIA)
22 Sep 1999
SGR