A su juicio, en declaraciones a Servimedia, el reconocimiento médico al que fue sometido el general chileno el pasado día 5, se propone establecer únicamente si el acusado puede o no asistir a una sesión judicial en condiciones suficientes de salud física y mental.

En este sentido, descartó por completo que, en función del resultado del examen médico, el ministro del Interior británico, Jack Straw, decida sobre su puesta en libertadposterior regreso a su país de origen.

Para Murillo, "el examen médico hay que encuadrarlo en lo que son los típicos informes forenses, que deben dilucidar si una persona que va a ser juzgada está en condiciones de sorportar un juicio y en su capacidad intelectual para asimilarlo".

Si no fuera así y el titular de Interior del Reino Unido alegara razones de salud precaria para autorizarle su marcha a Chile, Murillo cree que "sería como firmar un certificado de impunidad ante todo el mundo, es decr, que como este hombre esta malito, pues ya no se le juzga".

Murillo restó importancia al hecho de que fuera el Gobierno chileno el que tomara la iniciativa de someter a Pinochet a un reconocimiento médico. "Chile", dijo, "ha insistido muchas veces en las razones humanitarias para su extradición a Chile, en que era incapaz de asistir a juicio dada su situación de salud y en que estaba muriéndose".

"Precisamente", prosiguió, "como había dictámenes médicos de particulares en este sentido, el gobieno inglés ha requerido que le reconozcan médicos oficiales, en concreto, un psicólogo, para ver si está en condiciones de comprender, y un geriatra, para ver si son achaques de salud normales, como ocurre con cualquier informe forense de este tipo".

De acuerdo con lo previsto, el juicio en el Reino Unido sobre la demanda de extradición de Pinochet a España se celebrará en el mes de marzo. Al respecto, el abogado de la acusación particular afirmó que "estamos preparados para el juicio como si fuera mañna".