En declaraciones a Servimedia, García Iglesias calificó la visita del príncipe Felipe a Chile de "conveniente", al tiempo que juzgó que "el abrazo del heredero de la Corona española al candidato electo chileno, Ricardo Lagos, puede servir para que se sienta respaldado y pueda construir un Estado de Derecho donde realmente se pueda juzgar a Pinochet".

Explicó l abogada de la acusación particular que "el tema de juzgarlo (a Pinochet) en España o en Chile, no es un problema por el que los gobiernos tengan que deteriorar sus relaciones diplomáticas. No hay por qué estar peleado con el Gobierno de Chile si éste respeta las leyes, igual que con el Gobierno de España. No es una cuestión de países ni de gobiernos, sino de justicia y de aplicación de la legalidad".

A pesar de la decisión del Gobierno británico de liberar a Pinochet y autorizar su regreso a Chile si la oposición formal del Ejecutivo español, García Iglesias enjuició que "al menos, a partir de ahora, cuando un señor de estos cometa los atropellos que ha cometido Pinochet ya sabrá que no puede ir por el mundo, porque cualquier víctima u organizaciñón puede instar una acción popular y pedir la tutela jurídica en cualquier Estado para que se le juzgue".

Por último, admitió que el nuevo presidente chileno "lo tiene difícil" para promover un juicio contra el ex dictador, "ya que no tiene mayoría absolta para reformar la Constitución y además hay que desaforar a Pinochet".