El ex ministro atribuó su decisión exclusivamente a la irregularidad en la que incurrió un hombre de su máxima confianza, el director general de Migraciones, Juan Aycart, tras descubrir que la mujer de éste era accionista de una empresa que desde 1995 consiguió casi 2.000 millones de pesetas del Inem destinados a la formación.

Pimentel reconoció que Aycart no era "un alto cargo más", sino que confirmó que era "un amigo y una persona de mi absoluta confianza".

Explicó que cuando le llegó información sobre la posible vnculación familiar de Aycart con esta empresa su primera reacción fue "no dar crédito". El pasado jueves encargó una investigación a Inspección de Servicio, tras constatar la vinculación de su mujer con dicha empresa para conocer si su colaborador había incurrido en una ilegalidad.

NO ES ILEGAL

Aunque aseguró que este hecho no supone una ilegalidad ni un caso de desvio de fondos, dijo que Juan Aycart, que ayer fue cesado, incurrió en una incompatibilidad, por lo que Pimentel aseguró que debe aceptarsu responsabilidad política para ir "con la cara alta".

"Igual que nos ponen", dijo, "tenemos que saber irnos cuando por algunos de nuestros hechos, por acción u omisión, sabemos que no hemos podido tener conocimiento de todos los acontecimientos".

Manuel Pimentel dijo que la decisión de dimitir la tomó hoy "con cierta rapidez" y dio a entender que comunicó la decisión antes a los medios de comunicación que a José María Aznar, a quien agradeció la confianza que le otorgó al nombrarle ministro.

Asimismo, se mostró agradecido con el secretario general del PP, Javier Arenas, por nombrarle secretario de Estado de Empleo cuando accedio al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Respecto a la posible repercusión electoral de la dimisión, Pimentel no sólo negó que vaya a incidir negativamente en los resultados que obtenga el PP el 12 de marzo, sino que resultará beneficioso.