En declaraciones realizadas en el Consejo Económico y Social (CES), Pimentel apuntó que el concepto de prejubilación "tiene algo de malvado", que es dejar sin trabajo a una persona con plena capacidad para seguir desarrollando su labor.

Apuntó que las prejubilaiones surgieron como método para solucionar determinadas situaciones de crisis en algunas empresas y que "es bueno que vayamos superando este concepto".

Para Pimentel, no se trata de un problema de coste económico, sino que lo más "razonable" es que vayamos hacia "un escenario donde la prejubilación no sea habitual".

No obstante, precisó que el Estado no tiene nada que decir cuando las empresas negocian prejubilaciones en sus convenios colectivos.

Finalmente, recordó que el Pacto de Toledo fja en 65 años la edad de jubiliación y que, aunque cada trabajador puede jubilarse cuando lo estime oportuno, "lo más normal" es que se cumpla esta premisa.