En aquella ocasión, una ez que Iberia había decretado la suspensión de todos sus vuelos y el cierre de la compañía, José María García consiguió que las partes en conflicto llegaran a un acuerdo en antena.

García puso en contacto telefónico al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, con la dirección de Iberia y los representantes del sindicato SEPLA y medió para que la compañía aérea reanudara esa misma madrugada los vuelos que estaban suspendidos.