En una entrevista concedida a "El País", señala que los pilotos "creen que tienen la sartén por el mango y no se dan cuenta de que se les está quemando. Lo malo es que para cuando lo perciban habrán quemado a toda la compañía".

Según Mullor, el problema endémico que parece vivir Iberia con sus pilotos se debe a la actuación de los gestores durante los gobiernos del PSOE. En aquellos momentos si había "un problema con los pilotos que pudiera ocasionar un problema d orden público, y ese problema se puede solucionar con dinero, se solucionaba con dinero, con dinero público, naturalmente".

A juicio de Mullor, "así se ha llegado a la situación actual, por esa filosofía a mi modo de ver nefasta". Una situación que puede cambiar, pero va a llevar años. "El problema de los pilotos no se arregla ganando una batalla como la de ahora. Es un problema de cambio cultural, que va a llevar años".

Mullor avisa también de que "los pilotos de toda Europa están yendo hacia u proceso de cartelización, creando un cartel". Cree el consejero delegado de Iberia que ésa "es la forma (de los pilotos) de intentar detener un proceso de racionalización empresarial del que surgirá inevitablemente un cambio al que ellos no están dispuestos. Lo que no quieren ver es que ese cambio es imprescindible para sobrevivir".

"Para Iberia resistir a los pilotos es ganar", afirma Mullor, que explica que "estamos perdiendo ahora muchos miles de millones de pesetas, pero, hecha la proyección lógia de lo que nos supondría acceder hoy a lo que nos están exigiendo los pilotos, perderíamos mucho más dentro de cuatro o cinco años".

Cree Mullor que el conflicto "probablemente se va a endurecer, aunque en términos de racionalidad los pilotos tendrían que reconocer que se les ha dado todo lo que se les puede dar, que es infinitamente más de lo que se está firmando en cualquier convenio en este país".

El consejero delegado de Iberia teme que, pese a que los pilotos "son conscientes de que no vanganar este pulso, lo van a mantener precisamente porque saben que son sus últimas oportunidades de echar pulsos".