Rafael Pérez Sierra, director de la CNTC, explicó que esta obra, junto con "El desdén con el desdén", de Agustín Moreto, constituye una nueva incorporación de autores y obras al repertorio de la compañía.

Resaltó Pérez Sierra la novedad de los personajes de esta obra, que plantean notable diferencias con los estereotipos al uso del teatro de la época. "El galán, a diferencia de lo habitual, no es un personaje perfecto y modélico, sino que practica con especial profusión el vicio de la mentira, el gracioso no hace gracia y el saldo de bodas finales adquiere un tono burlesco".

Por su parte, Pilar Miró señaló que accedió a dirigir este montaje porque no había hecho nada de teatro en los últimos diez años, y además le atrajeron las ideas de realizar una obra clasica y una comedia, como cotraste a lo que suele hacer en cine.

"Después de una búsqueda laboriosa, en la que barajamos diferentes textos, nos decidimos por éste que a mí me resultaba fácil de leer y realizar, porque necesito creerme una historia para poder contarla después", explicó la directora.

UN MENTIROSO INOCENTE

Según Claudio Rodríguez, el adaptador de la obra, "don García, el protagonista de 'La verdad sospechosa', es un mentiroso inocente, una buena persona que miente por impulso juvenil, pero está rodeado de metirosos con 'pedigrí', porque la Corte de Madrid era, en el siglo XVII, una babilonia de trepadores".

Entre las anécdotas de la realización de la obra, que comenzó a tomar forma en los meses de junio y julio de este año, destacaron los responsables del equipo técnico que Gustavo Torner, que había iniciado la escenografía, tuvo que abandonarla a finales de agosto por problemas de salud.

Acerca de las diferencias entre dirigir una película o una obra, Miró aseguró que "en el cine, los actores estánen tu mano, porque puedes transformar su trabajo luego en el montaje; pero en el teatro, el director está en manos de los actores, que son tan responsables del resultado final como el autor o el director".