Según informa la revista científica "British Medical Journal", Miller propone a la UE que incluya los implantes de silicona en su "lista negra" de sustancias y artículos prohibidos, y añade que el uso de esta sustancia para otros fines médicos ha sido ya abandonado.

En Estados Unidos, este sistema fue prohibido en 192, tras una investigación en la que se demostró que un 72 por ciento de los implantes de silicona se rompían o fallaban y que un 10 por ciento debían ser reemplazados cada año.

El europarlamentario se queja de la falta de información que reciben las mujeres acerca de estos implantes y los riesgos potenciales que están asociados a ellos, desde el peligro de intoxicaciones a síntomas como fatiga y pérdida de equilibrio.