Cuquerella recuerda en la misiva que "España es una sociedad que debe estar abierta al diálogo y al intercambio de ideas, siempre lo ha estado y es lo deseable". Pero "hay determinados valores democráticos, como la libertad religiosa, que los españoles consideramos inalienables y que no nos deben ser arrebatados".

El OLR indica que esos valores "no deben ser usados como arma arrojadiza ni con demagogia interesada", ya que "dañaría profundamente la sensibilidad de los ciudadanos, que ven peligrar dichos valores al observar cómo son constantemente puestos en el tapete, siendo objeto de todo tipo de juegos y malabares que desconciertan, y duelen, al menos avisado".