En el juicio, elebrado la pasada semana y que quedó visto para sentencia el viernes, los forenses señalaron que el cadáver de la víctima presentaba 19 lesiones, una de ellas una fractura de cráneo que le causó la muerte.

Los peritos consideraron improbable que, como apuntó la defensa, esa herida se hubiese producido al caer la víctima y golpearse contra el suelo.

Además, estimaron que la muerte fue prácticamente instantánea, por lo que descartaron que se hubiese producido por falta de atención inmediata, y señlaron que Alfonso Gil recibió agresiones por más de una persona.

El fiscal sostuvo que los hechos constituyen un delito de homicidio y otro de lesiones, mientras que la defensa solicitó la libre absolución por entender que actuaron en legítima defensa.

Tras la reyerta, la policía se incautó de varias armas, entre ellas navajas, hachas y palos, con las que, al parecer, los acusados causaron las lesiones a la víctima que le provocaron la muerte.